Biografia

PINTURA SOBRE MARMOL

VICTOR CAUDURO ROJAS

 

 

Víctor Cauduro nace en junio de 1962 en la Ciudad de México donde crece acompañado por sus padres y sus dos hermanos. El primer contacto que tuvo con las artes plásticas se da a través de los libros de arte que coleccionó su padre. El impacto de conocer la obra de pintores clásicos como Murillo, Caravaggio, Rembrandt entre otros, lo motivó primero a estudiarlos con detenimiento y, más tarde, a realizar copias o caricaturizaciones de algunas obras de aquellos grandes maestros. A los diecisiete años se inicia en la fotografía, convencido de que ése será su camino profesional. Sin embargo, a los diecinueve años se acerca a la obra de los grandes maestros al visitar diversos museos en Europa. Al observar en vivo las obras que conoció a través de los libros de su padre, entiende con claridad que pintar es lo que desea hacer por el resto de su vida. Durante aquel viaje de cinco meses se dedica a dibujar con tenacidad y disciplina. A partir del año 1983 empieza a vivir exclusivamente de su talento artístico como caricaturista e ilustrador, trabajando para diversos periódicos y revistas de la ciudad de México. Simultáneamente comienza a trabajar algunos lienzos de manera experimental sin la idea de venderlas o comercializarlas. Por azares del destino, conoce a un hombre que resulta ser corredor de arte y quien habrá de comprarle toda su producción plástica durante los siguientes dos años. Desgraciadamente, dicho hombre fallece joven, sin embargo, le sirve a Cauduro para confirmar que puede vivir dignamente de su trabajo como artista.

De formación totalmente autodidacta, Víctor Cauduro, asegura que pintar es una forma de vida que le ofrece una gran satisfacción y no puede imaginarse haciendo otra cosa.  Más allá de los elogios superfluos, prefiere la crítica constructiva, a pesar de que ésta pueda ser severa.

Para Víctor Cauduro, la originalidad es un proceso largo que lleva al artista a partir de las influencias hasta encontrar un camino propio. Sin embargo lo anterior sólo se logrará con el paso de los años y mediante el trabajo cotidiano, pero también a través de la búsqueda de materiales distintos. Es el caso de haberse encontrado con la piedra o con los circuitos electrónicos y otros materiales que no son utilizados ni recomendados por la Academia. Con el paso del tiempo lo anterior lo fue llevando a lograr una evolución capaz de producir finalmente obras originales.

Cauduro utiliza la piedra porque sabe que todas las personas tenemos un encanto hacia este material porque, de alguna manera, provenimos de él y también porque las primeras manifestaciones artísticas se plasmaron sobre la piedra en las pinturas rupestres. Además, se trata de un lienzo que se formó hace millones de años y que tiene el encanto de ser parte de la tierra y del universo; un lienzo que ya viene prefondeado con maravillosas vetas, minerales, cristalizaciones, etcétera, y que, por sí mismo, es una obra de arte producida por la naturaleza. El legado del artista es añadirle a la piedra su propia propuesta pictórica.

Para Cauduro todos los temas son interesantes, incluyendo personajes de historia de México o el cuerpo femenino, pero sin caer en estereotipos. También aborda temáticas como la tierra, los animales salvajes como los caballos, las águilas, el borrego cimarrón o las ballenas. Sabe que cualquier pintor se influencia del lugar en el que vive y él ha radicado por varias décadas en sitios semidesérticos como Baja California o el Bajío. De ahí la presencia de los cactus.

Para Victor Cauduro, la belleza es todo aquello que percibimos a través de los sentidos y que nos trae una sensación placentera como cuando degustamos un platillo Gourmet u observamos algo que nos conmueve y maravilla.

Con relación al talento, Víctor Cauduro se manifiesta así: “El talento surge del proceso. Si yo nací con la habilidad de dibujar, si no hubiera trabajado en un larguísimo proceso de desarrollo del oficio y de la técnica, no hubiera llegado a donde estoy ahora. Es un proceso que ha tomado décadas y que requirió de confianza, paciencia y perseverancia.

Víctor Cauduro vive el aquí y el ahora sin pensar mucho en el futuro. Está abierto a lo que venga y prefiere que la vida lo sorprenda. Considera que México es un espacio extraordinario para la creación artística y que lo ha sido desde siempre gracias a su maravillosa riqueza cultural que es milenaria.

Llegó a residir a Querétaro sin conocer a nadie pero buscando un lugar que tuviera la infraestructura adecuada para el crecimiento de sus hijos. Optó por este sitio que cuenta con un clima extraordinario, con cultura, limpieza, educación cívica, y que está conectado con el centro de la República y con pueblos mágicos maravillosos a dos horas a la redonda.   Por ello echó raíces en Querétaro. Esta es su base y de ahí no piensa moverse nunca más.

Con relación a las dificultades que enfrenta un artista emergente, Cauduro asegura que lo difícil de ser artista es el inicio. “Es una carrera difícil al no tener apoyos cuando empiezas y porque la gente no te conoce. Convencer a las personas de que lo que haces tiene valor no es fácil. Tienes que ser muy insistente y perseverante, aguantar y sobrevivir para que comiencen a verte, y crean que lo estás proponiendo tiene valor. Si no te la crees tú, cómo vas a lograr que los demás te crean. Lo más maravilloso que me da el arte, es el poder dedicarme a lo que me gusta. Cuando tú te dedicas a lo que amas profundamente hacer, y además te pagan por ello, eso no tiene precio. Eso es muy bueno !.

Víctor Cauduro piensa retirarse de la creación artística el día que se muera porque pintar es lo que lo llena de vitalidad: “Saber que somos una pequeñísima parte de un universo maravilloso donde somos privilegiados. El privilegio es gozar las cosas sencillas de la vida. El privilegio es tomarte un buen vino o pintar una obra. El privilegio es estar con una mujer o tener una buena conversación. Estar vivo es un privilegio”.